El abrazo de David

No recuerdo si cuando salí de la cueva era joven o vieja. Me recuerdo triste y con piedras sobre mi costado. No recuerdo si cuando emergí de las profundidades era de sonrisa medio baja o baja entera. Me recuerdo oscurecida y embalsamada esperando una nueva vida. No recuerdo si cuando lloraba lo hacía a raíz de algo o en explosión por todo. Me recuerdo rellenando en cubos de roble americano y silenciado mis lágrimas dosificadas. Si recuerdo Junio ... Con tu impulso desde el cielo para movernos fusionados en el ahora es hasta aquí. Recuerdo el aire entre el espesor y la por fin pureza. Si recuerdo cuando cogí la pértiga y me impulsé bien alto. Recuerdo mis pies livianos y un crecer de unas alas ya imaginadas. Si recuerdo Julio ... El mar, las impotencias y las entrañas a rabiar. Recuerdo el estrechar de la habitación y salitre entre carne y uña. Recuerdo los meses posteriores andando entre el máximo de canciones que silenciaban el tráfico. Recuerdo el

GRACIAS MAMÁ. OS AMO PAPÁS Quizá hayamos olvidado a los que cuidan desde dentro. A los que no duermen y ,también, levantan muros para que no entre el virus. A los que aprietan los dientes por no poder abrazar a los suyos y no pueden ni acompañarse en plena calle de un carro de mercado. Nunca han visto, como yo, a la UME en las aceras. No saben lo que es pisar las calles vacías de humanos. No han visto solo a las tórtolas pasearse por una avenida repleta de ausencia y silencio. No han alucinado al ver a personas conscientes e inconscientes  comprar con el cronómetro en marcha y hacer colas a dos metros de dist ancia antes de entrar y lanzarse al surrealismo.   No se imaginan la apariencia de la farmacia, que es como entrar a una nave espacial de distancia y miedo, de querer abrazo y solo hablar con la mirada. No saben los que es sentir huerta, mar o montaña tras una permisión de libertad ... P orque no pueden jugarse la inmensa vulnerabilidad de la persona que aman/cuida

Me das miedo, pero aquí estoy … Dentro. Escondiéndome de ti. Temiendo que me roces, que te deslices un solo segundo por mis mucosas.   Me das miedo, pero aquí estoy … Dentro. Dejando todo, y a casi todos, por ti.  Perdiendo tiempo y abrazos, vidas y sonrisas.   Me das miedo, pero aquí estoy … Dentro.   Viendo tu desgaste en el rostro de mi hijo. En sus teñidas ojeras, en la blancura de su tez de infante. Me das miedo, pero aquí estoy … Dentro. Sintiéndome desde el ahogo hasta la rabia y desde la calma hasta a mí.   Y tú … Arrastrando tanto lodo, sin barro ni agua, sin adioses ni respiros. Con, esas, tus formas malditas y coronadas. ¡Nos das tanto miedo! Tanto miedo. Karla Grau Ballester · 16 de Abril de 2020 (Tiempos de guerra. Tiempos de Covid-19)

La activa es la impotencia de ver un mundo que se deshincha. Un mundo que va perdiendo goce y libertad.   La pasiva es el silencio. Los rincones repletos de palabras desanimadas. La mudez en la sapiencia de una adultez traumática mañana. Se arrugan las sonrisas. Hay tanto corazón carbonizado de penurias. Soy incapaz ... Incapaz de articular cualquier tendón de mis comprensiones. Éstas se hallan huecas, con ecos sin retorno.   ...   (... DEP los que se fueron. Ángeles para otros mundos). Y entre sol y palabras suena un disco que adoré y adoro: https://youtu.be/A1gdWWCzI7E Imagen: Maravilloso árbol del Parterre ( Valencia ).

  (Para una ganadora de la vida)   Te pienso. Y te pienso ante el sonoro reloj de un tiempo sin cuerda. Lento pero preciado. Te pienso. Y te pienso con la sensatez iluminada, con la fuerza y el cansancio en balanza de cobre. Te pienso. Y te pienso estirando la sonrisa de tu belleza. Placable e implacable calendario de todos los abrazos que te debemos. Te pienso. Y te pienso con el hueco y la llenada de una psicología en mayúscula virtud. Con tu ego, tu paciencia o no, tu admirable aprendizaje inconformista que pretende conocer más y más para nutrirse por dentro y luchar hacia fuera. Te pienso. Y te pienso con todas las preguntas que ninguno hallamos en respuestas pero que tejemos junto a tí la red que no solo no te hará caer sino que te impulsará para saltar. Saltar hacia la vida, hacia la nueva vida.   Te pienso. Te pienso con luz, con la luz que te envuelve y la luz que te mandan. Con los destellos que nacen cuando bates alas sobre el rosa. Te pienso

(a tí que me dices que últimamente no escribo)   Lo sé. No me digas dónde fraguan mis palabras porque así mis musos baten rápida su huída. Lo sé. No preguntes si mi tinta se ha secado o si cayó el tintero en plena noche por la almohada. No sé, en ocasiones vienen a deshoras o se bañan en los cafés sin minutos. Quise retenerlos, componer con sus figuras, lisas e introvertidas, frases descuidadas. Alguna vez los cazo y abrazo, otras les digo adiós porque en realidad no están, se esperan y no buscan. Lo sé. Sé que buscas mis letras y denotas mis silencios. Yo también aliño el tiempo y mi calma no varía. Lo sé. Y me gusta el escalofrío que me crea saberme inspirada. Ahora sé que solo debía sentarme, encender la lamparita, acariciar los cuadros de mis teclas y sentirme en infinitos. Y enérgicamente escuchando: https://youtu.be/dnvVtkVaM84 TEXTO E IMAGEN: David· un ser que crece sano, felicísimo y rodeado de amor. Karla · una madre que teje letras cual mantas de punto b

Cines, teatros, circos, soles con cafeína y noches con té o taninos. Palabras que se han ido aislando de entre los vértices de los folios y las astillas de los cajones. Catalinas, cuentos y narraciones, recuerdos conscientes e inconscientes, dulces presentes. Destellos navideños, purpurinas sobre cartulinas, olor a pegamento y a chucherías. Calendarios nuevos, proyectos viejos. Vientos de otros tiempos abriendo marquesinas. Acordes de hace décadas, letras musicadas, regalos de mí misma. El tiempo. Esa "TE" mayúscula que resguarda toda letra que calzamos sobre el suelo de la vida. Y enérgicamente escuchando: https://youtu.be/wzIE3mRFypQ (Vía móvil)